#026 Sobre Eisenhower, el fracaso consciente y la procastrinación
Hola, soy @carlosmcabo. Bienvenido y gracias por recibir y leer mi newsletter ✉️, un espacio donde describo todo lo que voy aprendiendo sobre cómo comprender mejor este mundo 🌎 y tomar mejores decisiones.
Bienvenido a Aprendizaje Lateral, Comenzamos !!
Buenos días, la semana pasada me fue imposible terminar lo que tenía entre manos para Aprendizaje Lateral y por eso no hubo newsletter.
La verdad es que están siendo unas semanas bastante complicadas y con muy poco tiempo para poder sentarse tranquilamente, leer, escuchar y ponerse a escribir.
Este proceso de exploración, curiosidad y aprendizaje no siempre pues ser lineal, hay que asimilarlo, aunque como se dice en bolsa, esperemos que siga una “tendencia alcista“.
Igual que en la montaña, donde es ella la que manda, el tiempo es finito y una cosa tiene que quedar muy clara, aunque no guste:
“No se puede hacer todo lo que se quiere”
Fastidia mucho porque hay momentos donde la Ley de Murphy hace su agosto y todo parece unirse en un mismo tiempo y un mismo lugar. Si ocurre, por algo será y es imposible luchar contra ello. O nos adaptamos, o los niveles de estrés se apoderarán de nosotros.
Eisenhower
La situación de las últimas semanas me ha llevado a la “Matriz de Eisenhower“, herramienta básica de gestión el tiempo, que ayuda a priorizar entre distintas tareas y alcanzar una mayor productividad.
¿De donde viene la matriz de Eisenhower?
Proviene de Dwight D. Eisenhower, el 34.º presidente de los Estados Unidos y uno de los valiente que participaron en el desembarco de Normandía. Dicen que una vez citó la siguiente frase que posteriormente se ha transformado en la matriz que hoy conocemos:
“Tengo dos tipos de problemas, los urgentes y los importantes. Los urgentes no son importantes, y los importantes nunca son urgentes”.
La matriz distingue entre “Urgente“ e “Importante“, y sus conceptos negativos, “No urgente“ y “No importante“, conceptos claves para no estar siempre corriendo de un lado para otro.
!Qué fácil es decirlo y cómo cuesta llevarlo a cabo!
Resumiendo la matriz:
Hoy se hace lo “Urgente” e “Importante”.
Se planifica lo “Importante”, “No Urgente”. Bueno, se planifica y se comienza si no quieres que se convierta en “Urgente” en el futuro.
Se delega lo “Urgente” y “No importante“, si tienes a alguien a quien delegar.
En este paso, entra en juego otra de mis “frases mantra”. “Lo excelente es enemigo de lo bueno“. Frase que me repito una y mil veces para ver si entra en la cabeza. Si esperas para hacerlo excelente, complicado que delegues.
Finalmente, se elimina toda aquella tarea que “No es importante“ y “No es urgente“.
Qué bonito parece, ¿no?. El papel lo aguanta todo, luego viene la vida real y decidir entre urgente e importante, delegar o planificar no es a menudo tarea fácil.
¿Qué hacer cuando hay que decidir entre hacer algo importante para ti, aunque no extremadamente urgente o hacer algo para otra persona que sabes que es importante y urgente para ella?
¿Qué hacer cuando hay que decidir entre dos actividades importantes para ti, pero que no se pueden hacer en el tiempo que habías pensado?
Como todo en la vida, nada es blanco o negro y en este punto, existen muchas tareas que donde este límite no está para nada claro.
Si quieres conocer más sobre la matriz, en el libro: “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva”, Stephen Covey, desglosa y difunde esta herramienta. Dejo el enlace en el apartado de referencias.
Además de utilizar la matriz Eisenhower, he sido una persona que siempre ha usado herramientas para incrementar mi productividad. Bullet jornal, Trello, Moleskine, Keep, etc., si bien cuando uno se va haciendo mayor comienza a darse cuenta de que puede que no estuviera buscando en el cajón adecuado.
Fracaso consciente
Hace unas semanas conocí el libro “4.000 semanas, gestión del tiempo para mortales“, otro pendiente más en la lista (Y ya van muchos). El libro me llamó la atención por su título, 4.000 semanas.
4.000 son el número de semanas que tenemos de media para disfrutar de toda nuestra vida. Haciendo la cuenta, serían más o menos 76,9 años.
Puede que contar en semanas en vez de en años, nos haga más conscientes de que nuestro tiempo es finito.
Siendo consciente de que el tiempo va pasando, tu cabeza comienza a entender que mejor que añadir tareas y tareas en una “To do list“ infinita, es mucho mejor ir eliminando tareas hasta dejar lo realmente importante.
Siempre ha existido la duda de que si el dinero compra la felicidad, cuando lo que habría que analizar es si el dinero compra tiempo para poder ser feliz.
Para alcanzar esa “To do list“ deseada, es vital trabajarse el “NO“, eliminando aquellas tareas superfluas para centrarse en los “Realmente importante“.
No es fácil decir “No“, dejar de hacer cosas que te gustan y te interesan pero es la mejor manera de centrar todas tus fuerzas y tu energía en lo verdaderamente importante para tí.
Al igual que con la priorización, cuando entran personas externas, ese “No“ es aún más difícil, y la asertividad, esa cualidad que tampoco nos enseñan juega un papel más importante de lo que pensamos.
Ese proceso de priorización me lleva a otro de los conceptos, el “Fracaso consciente“.
Si buscas, este concepto aparece relacionado con la importancia de fracasar para aprender y triunfar posteriormente.
Además se encuentra vinculado con los eventos @FuckUpNight, eventos donde se presentan fracasos personales con el objetivo de aprender y verlo como un proceso de aprendizaje.
No me estoy refiriendo a este concepto de “fracaso consciente“, me refiero a saber que un proyecto/tarea/objetivo/actividad que tenías planificada no vas a poder realizarla en tiempo o con la calidad que desearías por distintas circunstancias, distintos inconvenientes o nuevas prioridades
Saber que no vas a poder alcanzar tu objetivo, vas a tener que aplazarlo o toca priorizar otro durante un tiempo no significa o no debería significar un fracaso, sino un proceso de espera y de rediseño del mismo y donde seguro podrás sacarle algo para el futuro.
La planificación está para tener un rumbo, pero el camino se hace andando.
Cuando salga este post, estar corriendo un trail, creo que el trail más corto que he hecho en mi vida y aún así, creo que es el que menos preparado llevo.
Este domingo tendré un “fracaso consciente“ y no disfrutaré de hacerlo lo mejor posible como en otras ocasiones, pero sabiendo que se debe a que he puesto todo lo mejor de mí en otras tareas en los últimos meses.
¿Y la importancia de no hacer nada? ¿Y la importancia de Procrastinar?
Hemos comenzado hoy con herramientas para hacer todas las tareas posibles, cuantas más, mejor, caminado posteriormente por un proceso de priorización, hacia dejar solamente las realmente importantes, pero. ¿Y si lo mejor fuera no planificar nada y dejarlo todo al libre albedrío? o ¿Y si la procrastinación fuera nuestro modo de actuación?
Michel de Montaigne, filósofo, escritor y humanista francés del Renacimiento describe la procrastinación como un mecanismo natural que tenemos para seleccionar lo verdaderamente importante en la vida.
Si procrastinamos y no pasa nada, es que no era totalmente importante.
Un buen modo de medir la importancia de las cosas. Habrá que tenerlo en cuenta.
En las próximas semanas, la priorización me sigue llevando hacia semanas complicadas, pero espero que la procrastinación no me lleve a otro domingo sin #AprendizajeLateral.
Muchas gracias por llegar hasta el final. Espero seguir indagando y aprendiendo a diferenciar lo realmente importante en la vida.
Ahhh, por último, una pregunta tonta: ¿Cuántas semanas te quedan de las 4.000?
El tiempo es finito, disfrutémoslo.
Referencias
Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva”: enlace
@FuckUpNight: enlace
4.000 semanas, gestión del tiempo para mortales: enlace
Página de Michel de Montaigne en wikipedia: enlace
Muchas gracias ♥️ por acompañarme en este camino de aprendizaje lateral.
Si quieres colaborar, ayúdame a difundir esta newsletter y compártela con tus amigos.
Y si has llegado a esta newsletter por casualidad y quieres recibir en tu correo la próximas entradas, no dudes en subscribirte, juntos navegaremos entre la parálisis por análisis y la mejora continua.