#036 Ecología, sistemas complejos y la teoría de la RANA (II)
Hoy viene turra de la buena.
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Bienvenido a Aprendizaje Lateral, Comenzamos !!
En la última entrada comenzamos a hablar de la ciencia de los ecosistemas, la ecología y cómo esta ciencia puede apoyar a entender y abordar situaciones fuera de la naturaleza como el ser humano, una sociedad o una comunidad de vecinos.
Dejamos el enlace a esta primera entradas, por si queréis comenzar desde el principio. Eso sí, con la promesa de volver. ;-).
La entrada también sirvió para introducir un concepto vital en los años que viene, los Sistemas Complejos y cómo se basan en unas leyes raras. Las leyes de la termodinámica.
Sí, esas leyes que ya ni te acuerdas del colegio y que parece que ahora sirven para algo. ;-)
En esta primera parte se describía cómo la energía, ni se crea, ni se destruye, solo se transforma. Y que esa energía se puede utilizar para el mantenimiento del sistema, el crecimiento y la reproducción.
La decisión de dónde gastamos esta energía finita dependen del momento en el que se encuentre el sistema complejo.
Así, en situaciones estables, la especialización puede aportar un valor diferencial si bien, en situaciones inestables e impredecibles, un perfil más generalista se adapta mejor a los cambios, permitiendo que una especie pueda desarrollarse mucho mejor en ese ecosistema.
Esta dicotomía se ve reflejada en muchas situaciones del mundo real. Pero bueno, si se quiere más, mejor disfrutar de la primera entrada.
Desequilibrios para la estabilidad
Hoy se completa el artículo “Principios ecológicos y gestión de sistemas complejos”, y tratará de la importancia de los desequilibrios, otra visión del desarrollo sostenible y un poco de fórmula 1.
Junto con la primera ley de la termodinámica (la energía ni se crea, ni se destruye, solo se transforma), otra ley que influye en los sistemas complejos adaptativos es la …, segunda ley de la termodinámica, ¿y cuál era?
“Todos los procesos del universo se realizan de manera que siempre aumenta el desorden existente, y por tanto al incremento de la entropía”.
Un ejemplo fácil de comprender y que nos enseñaron en el colegio es:
Si tenemos un cuerpo caliente y un cuerpo frío. El calor se cederá del cuerpo que tiene mayor energía al que tiene mejor, parándose cuando se alcanza la homogeneización de la energía.
Un ejemplo más claro todavía: La habitación de un chaval tenderá a estar cada vez más…, desordenada. Primero un cajón, luego dos, posteriormente todo el armario, y finalmente, el armario, la cama, la mesilla, etc.
En los ecosistemas, esa homogeneización conllevaría el fin de la vida.
Aquí otra situación:
¿Qué pasaría si en una clase, las notas de los que más han estudiado se distribuyeran entre aquellos que tienen menos notas?
En muchos casos, que aquellos que han estudiado, pueden dejar estudiar y al final, la nota media de todos los alumnos sería mucho menor.
Esta situación puede darse en otros muchos contextos, aunque el resultado según la segunda ley de la termodinámica puede que sea el mismo.
El artículo expone también que la globalización total podría provocar una homogeneización extrema conllevando la muerte del sistema
Para luchar contra eso, la vida crea estructuras complejas auto organizadas que tratan de luchan frente a ese transvase de energía, tratando de alejarse de la homogeneización.
En el caso de la habitación, esas estructuras auto organizadas se llamarían: padres.
¿Y cómo luchamos en la vida para tratar de mantener esos desequilibrios y no alcanzar la completa homogeneización?
Pues utilizando esos mismos desequilibrios para generar trabajo que permita generar una estructura más compleja, que luche de manera más eficientemente frente al desorden.
Se comprenderá más adelante, pero antes hablaremos de las fronteras.
Las situaciones donde los desequilibrios son mayores se denominan fronteras, que además, es donde se generan las mayores oportunidades de crecimiento y desarrollo.
En las fronteras entre el agua y la tierra es donde se da una mayor divergencia evolutiva, en las fronteras entre países es donde se alcanza un mayor desarrollo del comercio, o incluso en las fronteras entre dos disciplinas es donde surge el verdadero arte.
Pues en esas fronteras donde se existen los mayores desequilibrios es donde se dan los flujos de energía, bienes y servicios que van a permitirnos luchar contra el desorde.
Ya tenemos fronteras con grandes diferencias de energía, bienes o servicios. Ahora, si dejamos la puerta abierta, la energía, los bienes, o los servicios deambularan desde donde haya más, hacia donde haya menos, al igual que el aire va desde donde hay mayores presiones atmosféricas, hacia donde hay menores presiones.
Hasta ahora tenemos fronteras con desequilibrios y flujos de energía, bienes y servicios. Y habíamos dicho que para mantener esos desequilibrios necesarios para la vida se necesitaría trabajo, pero
¿De dónde sale ese trabajo?
Un ejemplo clarificador. Para conseguir extraer trabajo de un flujo de aire, es necesario contar con una estructuras que ofrezca resistencia y que transforme esa resistencia en un trabajo útil. Esa resistencia se la dan las aspas de un molino de viento o las ruedas de un molino de agua.
Ahora sabemos que la resistencia transforma los flujos de energía, bienes y servicios procedentes de los desequilibrios en trabajo y, que este trabajo permite incrementar los niveles de complejidad del sistema, luchando así contra el desorden.
En una sola frase. La resistencia es necesaria para mantener la vida.
Eso sí, el ecosistema es listo y se autoregula, dado que puede llegar un punto donde el desequilibrio sea tan grande, que la resistencia no impida la transferencia de los flujos y el trabajo generado no alcance para mantener el sistema complejo fuera del desorden, lo que conllevaría el desmantelamiento del mismo.
Cuando los sistemas se llevan al límite, a pesar de ser más complejos y más regulados, necesitan gastar más energía para luchar contra el desorden (costes de mantenimiento), volviéndose más vulnerables.
¿Es posible contaminar?
Otras de los temas que trata el artículo es que es inevitable contaminar y esto es debido de nuevo, a la tendencia al desorden. Para tratar de mantener el orden, necesitamos desarrollar trabajo y este trabajo, genera residuos.
Por ello, la cuestión no es no contaminar, sino cómo hacerlo con las mínimas consecuencias para el sistema. Volvemos de nuevo a la autorregulación.
Si el sistema pierde su estructura de auto organización como consecuencia de la explotación que hacemos, no podrá mantener los flujos de energía que permitan nuestra propia existencia.
En este sentido, el artículo aboga en parte por la “tecno-eficiencia”, dado que ésta nos permite aprovechar flujos que no habíamos pensado para seguir manteniendo la vida del sistema.
¿Suena raro?
Pues eso estamos haciendo desde hace mucho tiempo. Estamos utilizado trabajo generado por energías fósiles para mantener e incrementar los niveles de complejidad de nuestra sociedad.
Aún así, seguimos incrementando la complejidad de nuestro mundo y por eso, necesitamos más energía para seguir luchando contra el desorden, y seguir manteniendo la vida.
Por eso, muchas personas hablan de que la tecnología nos puede salvar, dado que conseguirá realizar un trabajo con una eficiencia tal, que permita seguir manteniendo el ecosistema, con un menor volumen de residuos.
¿Suena raro?
Más raro suena el Kers.
¿Y eso qué es?
Se trata de un sistema de aprovechamiento de energía cinética que se ha utilizado en los coches de fórmula 1.
La energía que se perdía en el coche de fórmula uno, era devuelta de nuevo al sistema, para así seguir incrementando la complejidad del mismo. En este caso, una mayor velocidad.
La imposibilidad de no contaminar y la relación entre desarrollo y complejidad les lleva a los autores a proponer que:
“Es importante cambiar el concepto de desarrollo sostenible por el de nivel de vida o de complejidad en equilibrio con los flujos de energía disponibles”.
Ya va siendo mucho por hoy
Ya dije que el artículo era denso y con contenido (chup, chup como dice Carlos Arguiñano) y por eso se deja en este punto, con algunas reflexiones.
Las fronteras son el espacio donde se dan las mejores oportunidades, aunque las condiciones son las más complicadas.
Los desequilibrios son necesarios para generar un flujo de energía, bienes y servicios.
La resistencia a estos flujos dan como resultado la generación de trabajo.
El trabajo obtenido se utiliza para mantenimiento, crecimiento y reproducción.
Es imposible no contaminar.
El desarrollo sostenible presenta una relación directa y estrecha con los niveles de complejidad de los ecosistemas.
Quedaría una tercera y última parte, pero dejaremos descansar y reposar estas dos primeras antes de cerrar el ciclo.
Como siempre, muchas gracias por llegar hasta el final,
Ahh, una pregunta tonta: ¿Se podría considerar que la resistencia que lleva al desarrollo de un ecosistema podría asemejarse al esfuerzo que te lleva al crecimiento como persona?
Muchas gracias ♥️ por acompañarme en este camino de aprendizaje lateral.
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