#002 Autoconocimiento, la srta. Rottermeyer y modelos mentales I
Antes de comenzar con el proceso de aprendizaje lateral, o cualquier otro proceso, siempre me ha gustado saber de dónde parto, saber el punto de partida para llegar a un destino. Conocerse a uno mismo es una parte importante a la hora de comenzar a crecer.
En los últimos meses los modelos mentales me han ido persiguiendo por todos lados, desde podcasts, libros, blogs, etc., y me ha hecho repensar que los modelos mentales han estado desde hace bastante tiempo en mi vida, aunque sin una estructura definida.
Hay una historia que lleva conmigo desde hace mucho tiempo, y que pude ponerla en práctica durante una pequeña época que estuve de profesor. En el Colegio Hermanos Maristas de Badajoz había un profesor de gimnasia que al inicio de cada trimestre nos hacía una serie de pruebas deportivas (correr el perímetro del campo de futbol, flexiones, abdominales, etc.). Al final del trimestre volvía a repetir las mismas pruebas y lo que hacía diferente al resto de profesores, es que no aprobabas si hacías un tiempo mínimo al correr, o un número mínimo de abdominales. Aprobabas si eras capaz de superar el tiempo que hiciste al correr, o el número de abdominales que conseguiste hacer al inicio del trimestre. Podías aprobar por ejemplo, haciendo menos abdominales que tu compañero, o siendo más lento que cualquier otro en la clase. Un modo de evaluar diferente y que me marcó bastante con 12-13 años.
Siempre me encantó ese modelo y viéndolo ahora con perspectiva, es una forma muy inteligente de evitar comparaciones y discriminaciones entre compañeros de clase y una buena forma de decir:
“Eres tú el que debes superarte a ti mismo, independientemente del entorno donde estés, buscando siempre ser la mejor versión de ti mismo”.
Puede que esta historia vuelva en algún otro momento y para recordarla, se me ha ocurrido bautizarla como el “Modelo de Ángel, el profesor de educación física”.
Más tarde, allá por 2006, conocí “La profecía autocumplida”, si bien en formato YO. Se trataba de un taller de liderazgo donde al final del mismo, nos harían pasar por brasas incandescentes. La única premisa que nos pedían era que teníamos que estar al 100% comprometidos, un 99% no valía.
Por causas del destino, en las siguientes semanas me cambiaría de trabajo y la verdad, no estaba muy concentrado que se diga, por lo que me quedé mirando cómo mis compañeros pasaban sus pies por encima de las brasas y terminaba, con una sonrisa incandescente en sus caras.
En realidad, en el taller se hablaba exactamente de que las “auto-profecías siempre se cumplen”. Este modelo mental simplificado puede ser algo parecido a: “Tanto si piensas que lo haces, como si piensas que no lo haces, estás en lo cierto”.
Si piensas que lo puedes hacer, tu cuerpo y tu mente se alinean para que lo consigas y por el contrario, si tu mente ya ha decidido que no eres capaz de hacerlo, ya se buscarás las vueltas para boicotearte. Mirando algunas fases de mi vida, son varias las veces que yo mismo me he boicoteado en algunos de mis proyectos o ideas, y estoy seguro que si lo piensas, tú también has sufrido alguna vez estas autoprofecías. Si es así, es momento de pararse a pensarlo e integrarlo para reconocerlo en el futuro y que no nos impida hacer lo que realmente queremos.
En la realidad, la Profecía autocumplida fue definida por el sociólogo Robert K. Merton, en el libro Teoría social y estructura sociales, de la siguiente manera:
“La profecía que se autorrealiza es, al principio, una definición falsa de la situación, que despierta un nuevo comportamiento que hace que la falsa concepción original de la situación se vuelva verdadera”.
Os dejo un enlace en el pie del post.
Otro de los modelos mentales que han venido conmigo desde mucho tiempo y que considero que ha servido para moldear mi forma de actuar es el concepto de que “El Mapa no es el territorio”.
Cada uno tenemos una forma de ver el mundo que creemos objetiva y real, y en muchas ocasiones no nos damos cuenta que simplemente es una visión, sesgada por nuestro pasado, nuestros deseos y nuestra escala de valores.
Analizando el post “The Map Is Not the Territory” del blog Farnam Street (y que os dejo en encae en el pie del post), uno de los blog que he descubierto hace unas semanas y me creo que es una completa joya, podemos descubrir que el mapa de la realidad no es la realidad.
Por un lado porque los mapas son reducciones que se realizan para poder orientarnos y guiarnos, y para conseguir esa reducción se hace necesario eliminar gran parte de información del mismo. Además, un mapa puede ser una instantánea en un momento dado. Creo que por desgracia, el mapa de la Isla de La Palma hoy en día es algo distintos del mapa de hace unos meses cuando yo estuve allí.
Este modelo mental fue descrito por un matemático , lingüista, ingeniero y filósofo llamado Alfred Korzybski en 1931, en Nueva Orleans, Luisiana y cuyos trabajos han incluido en campos como la Terapia Gestalt y en la Programación Neurolinguística. Este modelo puede servirnos tanto para la comprensión de nuestros pensamientos, como para la relación con compañeros, pareja, familia, etc.
A mí este modelo me cayó de golpe y sin avisar en un dilema que tuve, al igual que con el “Modelo de Ángel, el profesor de educación física”, en el ámbito deportivo y que por ser algo largo, lo dejamos para otro momento, pero sí puedo decir, que perdí una semana de mi vida simplemente por no ver nada más que por mis ojos.
El último modelo mental que comparto hoy y que puedo decir que me ha hecho comprenderme cómo soy y a partir de ahí, cómo tomarme la vida, ha sido conocer mi condición de eneatipo 1 en el Eneagrama.
Esta herramienta tal y como la conocemos hoy fue creada por Óscar Ichazo. Se trata de una herramienta que agrupa las distintas personalidades existentes (según él) en nueve categorías o eneatipos, rigiéndose cada uno de ellos bajo unos parámetros, valores y modelos mentales predeterminados. Se trata de una herramienta que se utiliza en distintos ámbitos. Por un lado, esta herramienta es utilizada por psicólogos y psiquiatras como complemento de otras herramientas y estrategias en sus terapias, y también se utiliza para el desarrollo de procesos de liderazgo y gestión de equipos, y fue ahí donde pude conocerla.
Una empresa donde estuve un tiempo organizó un curso de gestión de equipos que versaba sobre el eneagrama. Tras una introducción por parte del facilitador, poco a poco se fueron desgranando cada uno de los eneatipos que componen el eneagrama.
Si hay nueve categorías, ¿Por cuál hubieras empezado tú? Si claro, ese el que todos estamos pensando, pues no, por diversos motivos el facilitador comenzó con la categoría número dos, también llamado “el Ayudador”.
En ese punto el facilitador fue diciendo las principales características del número dos, las cuales principalmente eran amable, personas a la que le gusta ayudar a los demás, si bien necesita sentir que es necesario. Suele pensar más en los demás que en sí mismo, llegando a descuidar sus sueños por cumplir el de los demás y otras características que no logro recordar. Nada mas terminar con el resto de características, todo el mundo se giró y señaló a un compañero que, lógicamente asumió su perfil de ayudados con una sonrisa y asintió con la cabeza. La verdad, cumplía todos y cada uno de los requisitos.
Después siguió el número tres (el triunfador), el cuatro (el sensible), el cinco (el pensador), etc., no voy a describir a todos porque no sería un post, sería un libro completo y no es ese el objetivo. Eso sí, os animo a indagar en esta herramienta, os puede decir mucho de vosotros.
Pues bueno, cuando terminó de describir al número nueve (el conciliador), solamente quedábamos dos personas sin haber sido incluidas en algunas de las categorías. En ese momento, comenzó a desgranar el “fatídico“ número uno también llamado “El perfeccionista”, ahí queda eso!!.
Pues bien, ahí van algunas de sus características:
Obsesionado por los detalles y la perfección
Necesidad de hacer listas y esquemas por todo. Yo añadiría tablas excel.
Tozudos e inflexibles
Elevado sentido de la justicia. Una cosa está bien o está mal de por sí.
No suelen delegar
En su cabeza resuenan una y otra vez las palabras: debería, tengo que, hay que….
En ese momento, todo el equipo se volvió a mí, no había duda, ni yo podía dejar de mirarme a mí mismo, yo era el vivo reflejo del eneagrama tipo 1, lo asumí con algo de resignación por qué no decirlo y me dije a mí mismo, de aquí no puedes escapar.
Dicen las malas lenguas que wikipedia me quiere a pedir una foto para subirla como ejemplo. Bromas a parte, en la otra parte de la sala, a la compañera que también quedaba por determinar se le comenzaron a saltar las lágrimas y no se tomó el resultado de la mejor manera posible. No pensaba que así podría ser ella.
Después de ese “mal” rato y una vez que trabajamos el hecho de que tener un eneatipo u otro no es ni bueno, ni malo, sino que es un punto de partida para conocerse y de ahí trabajar los puntos débiles y mejorar los fuertes, la situación fue serenándose.
No recuerdo los ejemplos que nos presentaron sobre distintos personales y sus eneatipos, algunos para darnos miedo y otros, para venirnos arriba, pero sí recuerdo que tampoco salí demasiado mal parado con los ejemplos que pusieron.
Como no los recuerdo, y como para escribir este post he estado investigando un poco, me he encontrado con algunos que me gustaría compartir con vosotros. Aquí algunos personajes considerados como eneatipo uno:
Confucio,
Mahatma Gandhi,
Henry Ford,
Eliot Ness,
Margaret Thatcher,
Clint Eastwood,
Winston Churchill o
Nicole Kidman.
Pero los que me ha asombrado han sido que hay personales de ficción que se han creado con este eneatipo y donde sus creadores han utilizado esta herramienta para diseñar personales mas reales y afines a los espectadores. Entre estos personajes de ficción con eneatipo uno se encuentran:
Lisa Simpson,
Srta Rottermeyer,
Mufasa del Rey León,
Ned Stark de Juego de Tronos,
Atticus Fich de matar a un ruiseñor o
El teniente JohnJ. Dumbar de Bailando con Lobos, la película que más he visto de manera consciente y proactiva.
Dado que hay que darle salsa a la vida, aquí os dejo una pequeña parodia de los distintos eneatipos por si os veis reflejados en alguno de ellos y os sirve para conoceros un poco mejor.
Y aquí termina esta entrada que ha tenido como objetivo dar a conocer alguno de los modelos que a mí me han servido. Han quedado algunos otros, pero se dejan para otra ocasión.
Creo que me ha quedado algo larga la entrada. El próximo post prometo diversificar algo la temática, sentando las bases iniciales para mi/nuestro aprendizaje en esos otros campos.
Ahhh, y una pregunta tonta: ¿Alguna vez os habéis enfrentado a alguna realidad de vosotros mismos que no os imaginabais? Buscad algún cuestionario serio sobre eneagrama y quizás, sea vuestra primera vez.
Referencias:
Profecías autocumplidas: enlace
Teoría y estructura sociales de Robert K. Merton: enlace
El mapa no es el territorio del blog Farnam Street: enlace
Foto del balón by Guillaume de Germain on Unsplash
Foto de la brújula by Aron Visuals on Unsplash
Muchas gracias ♥️ por acompañarme en este camino de aprendizaje lateral.
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