#041 Motivación, simplicidad y un poquito de chispa.
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En la entrada de la semana pasada, #040 Infoxicación y el deseo de aprender lo que se sabe que no se sabe, se comentó que los medios tradicionales y los nuevos medios, luchan por nuestra atención de dos maneras, ofreciéndonos contenido, y ofreciéndonos como contenido.
Este hecho me ha llevado a la dinámica del comportamiento.
Me ha llevado a conocer a Brian Jeffrey Fogg, investigador asociado y profesor en la Universidad de Stanford. Fundador y director del Stanford Behavior Design Lab, conocido como Laboratorio de Tecnología Persuasiva.
B.J Fogg ha diseñado un modelo para el análisis y diseño del comportamiento humano denominado Modelo de Comportamiento de Fogg o "FBM”.
Un modelo que trata de entender los motivos por el cual los humanos damos el paso para hacer las cosas, y cuáles son las palancas que nos llevan a la acción.
Este modelo se utiliza mucho por los diseñadores para llevarnos por donde ellos quieren, y entender el modelo servirá para darnos cuentas de que estamos cayendo en sus redes.
Ellos lo llaman, tecnología persuasiva.
El modelo también puede llevarse fuera de la tecnología y ser útil para analizar nuestros comportamientos y losmotivos por el cual no somos capaces de cambiar ese hábito que llevamos años tratando de modificar.
El modelo de comportamiento de Fogg afirma que para que una persona realice un comportamiento objetivo, debe:
Estar suficientemente motivada: Motivación.
Tener la capacidad de realizar el comportamiento (Capacidad/habilidad) y
Que algo nos haga realizar el comportamiento (desencadenante).
Además, para que el comportamiento se lleve a cabo, los tres factores deben darse en el mismo tiempo.
Llevando este modelo a la vida real, podemos encontrar un gran número de ejemplos.
Podemos estar muy motivamos en algo, por ejemplo, adelgazar 20 kilogramos, pero si no sabemos cómo hacerlo (habilidad) y nadie (ni nosotros mismos) nos reclama este cambio, la motivación por sí sola no hará que lo consigamos.
También podemos tener mucho oído para la música, o ser muy bueno con el balón en los pies, pero si no hay motivación, no pasaremos del nivel inicial.
Por otro lado, todos conocemos a personas que sí han adelgazado esos 20 kilogramos para poder presentarse a una oposición que tiene pruebas físicas o porque el médico le ha dicho que o adelgaza, o tiene riesgos de cruzar las puertas de San Pedro.
Aquí se unen motivación (vía positiva, o vía negativa), más habilidad (en muchas ocasiones se apuntas a un preparador, o el médico te aporta conocimiento) y sobre todo el desencadenante, la fecha de la oposición o el día que te dan los análisis del médico.
Todos conocemos a personas cuya motivación ha sido suficiente para alcanzar metas increíbles, o personas que son tan buenas en algo, que simplemente consiguen lo que anhelan sin esfuerzo alguno.
Pero la mayoría de nosotros nos parecemos a los ejemplos anteriores, tenemos una capacidad determinada (estamos en la media), algo de motivación y en casi todas las ocasiones, nos hacen falta esos desencadenantes.
Y las tecnologías persuasivas de B.J Fogg persiguen incrementa los niveles de motivación, disminuyendo las habilidades que son necesarias para realizar una acción y sobre todo, tratando de aportarnos ese desencadenante o “llamada a la acción”.
B.J Fogg determina que hay tres motivadores principales, cada uno con su yin y yang.
Elementos de motivación
Motivador nº 1: Placer / Dolor
Se trata de una motivación primitiva, muy relacionada con los primeros escalones de la Ley de las Necesidades de Maslow, con la autoconservación y la propagación de nuestros genes.
Este punto me lleva a Robert Sapolsky, profesor de ciencias biológicas y de neurología en la Universidad de Stanford, del cual estoy viendo un curso que tiene en YouTube sobre Human Behavioral Biology, donde explica:
Lo primero que hay que saber del comportamiento humano es que siempre vamos a tratar de maximizar el número de copias de genes que dejamos a la siguiente generación. Robert Sapolsky
Motivador nº 2: Esperanza / Miedo
Considerando que la esperanza es la expectativa de que ocurra algo bueno, según B.J Fogg, la esperanza es probablemente el motivador más ético y poderoso de la FBM.
En ese sentido, dentro de su Lab en la Universidad de Standford, se trabaja el uso ético de la tecnología persuasiva, porque como casi todo en la vida, es bueno o malo, según se utilice.
Motivador nº 3: Aceptación / rechazo social
Somos organismos sociales y el simple hecho de ser rechazados puede hacer modificar nuestra conducta.
Elementos de Simplicidad (Habilidad)
Junto con los factores motivadores, se encuentran la habilidad.
Si algo es complejo, será más difícil su acceso. El éxito está en la simplicidad, que B.J Fogg define en 6 elementos.
Los humanos no queremos el esfuerzo, estamos programados para alcanzar una máxima entropía, y todo lo que sea luchar contra ella, requiere energía. Los 6 elementos de sencillez son:
Tiempo. Todo lo que remos ahora y si requiere tiempo, todo será más complicado, y será necesario mayores dosis de motivación o un desencadenante más importante.
Dinero. Este apartado es muy personal para cada uno. Tanto por los recursos que cada uno tenga, como por el valor que cada uno le aporte.
En la entrada #038 Una Reina, un Gato y el valor de nuestro tiempo, hablamos del el estudio “Ganar tiempo fomenta la felicidad” (Buying time promotes happiness), donde se ha demostrado las ventajas de utilizar recursos económicos para comprar tiempo.
Esfuerzo físico. Todo aquello que requiere esfuerzo físico, complicado. Una gran parte estará pensando que cómo vamos a vivir una vida más saludable, si el esfuerzo físico es un apartado básico.
Vale, te lo compro, pero y si utilizamos esta habilidad (incrementándola) para comer más sano. Si no tenemos cosas que engorden en casa y cada vez que nos apetezca algo, tenemos que bajar a comprarla. En este caso, el esfuerzo físico, nos haría a modificar el hábito vía negativa, piénsalo.
Pensar. Si algo nos hace pensar mucho, no es sencillo. Pensar es difícil, y ahí la diferencia entre las personas que buscan lo difícil.
Desviación social. La aceptación o rechazo social es el tercer motivador, y además, luchar contra las reglas de la sociedad conlleva mucho trabajo y no hacer que el cambio sea sencillo.
No habitual. Además de ser animales sociales, somos animales rutinarios y todo aquello que se aleje de la rutina, nos complica la vida.
Estos son los 6 elementos de la simplicidad.
Diseñar procesos simples, tratará de disminuir la habilidad que necesitamos para conseguir un cambio de comportamiento.
Hasta ahora hemos hablado de dos variables, la motivación y la habilidad. Pero como siempre se dice, una imagen vale más que mil palabras.
B.J Fogg representa ese modelo con la siguiente gráfica.
La gráfica representa la relación entre la habilidad/facilidad para hacer algo y la motivación que se requiere para hacerlo. La línea morada presenta el punto en el que algo es viable, tanto la motivación, como la simplicidad permiten que el cambio de comportamiento se lleve a cabo. En ese punto se dice que está por encima del umbral de activación.
Esta línea es muy similar a las curvas de indiferencia que se estudian en economía, donde te analizar dos valores y cómo influyen entre sí.
Esta gráfica determina que si un proceso de cambio de comportamiento se encuentra encima del umbral de activación, está listo para que el desencadenante haga su función y se inicie el proceso.
Desencadenantes
En función del punto de la gráfica donde se encuentre cada uno, B.J Fogg describe tres tipos de desencadenantes: chispas, facilitadores y señales
La chispa. Para aquellas personas que no están motivadas, pero son muy capaces de hacer el comportamiento. En este caso, la chispa debe incrementar los niveles de motivación.
El facilitador. Este desencadenante se dirige hacia aquellas personas que están hipermotivadas, pero no tienen las capacidades y debe ir dirigido a “vender“ la simplicidad de la acción.
Señal. Es la más fácil, dado que son aquellos desencadenantes que actúan como señalizados de una acción. Solo expresa que la acción ya se puede realizar dado que el sujeto tiene la habilidad y la motivación para hacerla.
Hoy en día los desencadenantes están en cada cosa que hacemos o queremos hacer. Está en la notificaciones de los móviles, en las rebajas de los comercios, en las ofertas de internet, etc.,
Aquí entra en juego la dopamina. A este área le dedicaremos una entrada concreta donde, Robert Sapolsky y los experimentos de Skinner sobre recompensa variable tienen mucho que decir.
Habrá que ir terminando
Hasta aquí la entrada de hoy. Un resumen del modelo de comportamiento, el cual creo que es tan potente que hay que conocerlo, para identificarlo y pensar sobre cómo nos tratan de persuadir y cómo podemos auto-persuadirnos para alcanzar los comportamiento que deseamos alcanzar.
Muchas gracias como siempre por llegar hasta el final y espero os guste.
Ahh, una pregunta tonta: En ese comportamiento que sabes que tienes que modificar ¿Te falta motivación? ¿Es demasiado complejo? ¿Se podría generar un sistema para simplificarlo? ¿Hacerlo en grupo podría incrementar la motivación?
Bueno, hoy son varias preguntas, pero si piensas un comportamiento que quieras cambiar y vuelves a leer la entrada con ese comportamiento en la mente, seguro que generarás ideas de valor. A mí me ha pasado.
Referencias
#040 Infoxicación y el deseo de aprender lo que se sabe que no se sabe: enlace
B. J. Fogg: enlace
Stanford Behavior Design Lab: enlace
Modelo de Comportamiento de Fogg: enlace
Robert Sapolsky: enlace
Curso de Robert Sapolsky sobre Human Behavioral Biolog en YouTube: enlace
Muchas gracias ♥️ por acompañarme en este camino de aprendizaje lateral.
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