#068 Entre elefantes rosas, azules y la plasticidad
No pienses en un elefante rosa…
No pienses en un elefante rosa…
No pienses en un elefante rosa.
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Bienvenido a Aprendizaje Lateral, comenzamos !!
Hoy viene turra de la buena y el que avisa, no es traidor. Comenzamos.
Esta semana nos hemos encontrado con la siguiente noticia:
“Las letras de las canciones se han vuelto más sencillas y repetitivas en las últimas cinco décadas“.
En un estudio publicado en la revista Nature, investigadores del Departamento de Pedagogía Musical de la Universidad de Música de Núremberg, junto con investigadores del Departamento de Informática de la Universidad de Innsbruck, del Instituto Austriaco de Investigación sobre Inteligencia Artificial y de la Universidad Tecnológica de Graz; ahí es nada, han analizado un total de 352.320 canciones de los últimos 50 años para concluir que:
“Las letras de las canciones se han vuelto más sencillas y repetitivas en las últimas cinco décadas“.
Tómate esa Catalina.
La verdad es que escuchando un día la radio, cualquiera de nosotros llegaríamos a esa misma conclusión sin embargo, al estar avalado por el método científico, el proceso de análisis ha sido concienzudo y seguro nos puede hacer pensar sus resultados.
Dejo el enlace del artículo en el apartado de referencias por si alguien está interesado en ver las diferencias ente el pop, el rock, pop, rap, country o el rythm&blues.
Lo que no sé es si será bueno que, dentro de 50 años incluyan el “reggaetón”, en el próximo estudio.
Esta semana también he estado hablando sobre el vocabulario que puede albergar un cerebro humano.
Y lógicamente, si hay estudios que miran si las canciones son más o menos complejas. ¿Cómo no vamos a tener investigaciones que analicen el número de palabras que una persona puede llegar a tener en la cabeza?.
Pues según distintos investigadores, una persona media nativa de inglés estadounidense de 20 años de edad puede conocer unas 42.000 palabras.
El rango va desde las 27.000 hasta las 52.000 palabras y como norma general, se aprenden unas 6.000 palabras por año.
¿Cómo podemos llenar nuestro cerebro con tanto vocabulario? ¿Cómo puede existir tanta diferencia entre 27.000 y 52.000 palabras?
Ahh, y no depende de tamaño de la cabeza, que quede claro. Si fuera así, algunos tendríamos ventaja.
Pues todo lo anterior ha servido para llegar a Donald O. Hebb y su teoría sobre la plasticidad que permite el aprendizaje y la generación de hábitos.
Según la Teoría de Hebb, un estímulo activa un grupo de neuronas al que él denomina “asamblea celular“. Este estímulo las une desde un punto de vista funcional. Digamos que crea un equipo específico de neuronas.
Antes de nada, lo primero es saber que las neuronas son las células que componen nuestro cerebro, y en general, el sistema nervioso. Tenemos más o menos (cálculo aproximado) 100.000 millones de neuronas y se comunican entre ellas mediante impulsos (sinapsis).
Son las responsables de transmitir información, de pensar, o de recordar las cosas, por ejemplo.
Pues según Hebb, cuando se activa una de ellas mediante un estímulo, éste se propaga al resto de las células que conforman esta “asamblea”. Se propaga al resto del equipo.
¿Y qué tiene eso que ver con el aprendizaje y los hábitos?
Donald O. Hebb en su estudio sobre “Organización de la conducta“ describe que para la formación de recuerdos (aprender es recordar) no se requieren nuevas neuronas como se pensaba en un principio, ni siquiera nuevas conexiones entre las neuronas, sino que lo que se necesita es reforzar las conexiones existentes a través de la repetición.
Cuando aprendemos algo por primera vez se crean estas asambleas celulares interconectadas que, a través de la repetición, ven reforzadas sus conexiones dando como resultado el aprendizaje y la creación de nuevos hábitos.
Por este motivo, la repetición de una acción conlleva a la mejora y a la maestría.
Uniéndolo con uno de los libros más comentados sobre hábitos en los últimos años, “Hábitos atómicos“ de James Clear, del que ya hemos hablado algo en alguna ocasión:
Si quieres dominar un hábito, la clave es empezar con la repetición del mismo, no con la perfección. Hábitos atómicos. James Clear
Y una cosa a destacar.
Las “asambleas celulares” no son innatas, sino que pueden desarrollarse por la práctica, por lo que si alguien está pensando que ya tiene demasiadas “asambleas celulares“, que sepa que todavía le caben más.
Y si alguien no ha tenido suficiente, este concepto de “plasticidad” se relaciona con el conductismo de B.F. Skinner y su “sistema de recompensa variable” que hablamos en #057 Skinner, la montaña rusa y la parábola del hijo pródigo, y que es el responsable de que estemos enganchados a las redes sociales, a las apuestas o a la necesidad de una dosis continua de dopamina.
Tampoco hay que olvidarse del modelo de comportamiento de Fogg (B.J Fogg) que describimos en #041 Motivación, simplicidad y un poquito de chispa.
Habrá que ir terminando
Muchas veces decimos que para aprender algo nuevo, hay que olvidar algo viejo.
Pues nuestro cerebro no sabe olvidar, simplemente sabe generar nuevos recuerdos, nuevos hábitos que, con un refuerzo adecuado basado en la repetición (hábitos), sustituyen los recuerdos antiguos.
¿Y entonces, por qué somos capaces de recordar algo de hacer mucho tiempo?
La diferencia entre la memoria a largo plazo y a corto plazo también fue propuesta por Hebb si bien, la importancia de las emociones en el aprendizaje y los hábitos, por qué los aromas se recuerdan mucho más tiempo, la importancia de las distintas áreas cerebrales y muchas más incógnitas se encuentran todavía en estudio e investigación.
No queda otra, habrá que seguir aprendiendo.
Bueno, hasta aquí la turra de hoy.
Si alguien ha llegado hasta el final, hoy tiene ración doble de “gracias”. No ha sido fácil.
Y nada mejor para terminar que una frase de uno de los padres de la neurociencia, D. Ramón y Cajal.
“Todo hombre puede ser, si se lo propone, escultor de su propio cerebro”. Ramón y Cajal.
Ahh, una pregunta tonta: ¿Sabes ya como no pensar en un elefante rosa? Simplemente,
Piensa en un elefante azul.
Piensa en un elefante azul.
Piensa en un elefante azul.
Referencias:
Song lyrics have become simpler and more repetitive over the last five decades: enlace
How Many Words Do We Know? Practical Estimates of Vocabulary Size Dependent on Word Definition, the Degree of Language Input and the Participant’s Age: enlace
The Organization Of Behavior: A Neuropsychological Theory: enlace
The Human Brain in Numbers: A Linearly Scaled-up Primate Brain: enlace
Hábitos atómicos: enlace
#057 Skinner, la montaña rusa y la parábola del hijo pródigo: enlace
#041 Motivación, simplicidad y un poquito de chispa: enlace
B.J. Fogg: enlace
Muchas gracias ♥️ por acompañarme en este camino de aprendizaje lateral.
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