“Hechos son amores y no buenas razones”.
Hola, soy @carlosmcabo. Bienvenido y gracias por recibir y leer mi newsletter ✉️, un espacio donde describo todo lo que voy aprendiendo sobre cómo comprender mejor este mundo 🌎 y tomar mejores decisiones.
Bienvenido a Aprendizaje Lateral, Comenzamos !!
Que el relato mata al dato parece que ya no es discutible. Creo que por desgracia.
Que aquellos que tratan de basarse en la objetividad para tomar decisiones, aunque salpicada de una subjetividad subyacente e inherente, tienen que convivir con historias interminables, tampoco creo que se discuta mucho.
Encontrar el punto medio, el de ser capaz de relatar, emocionalmente, concretamente y con fuegos artificiales lo que los datos expresan es complejo y además, es imposible abarcar las percepciones que cada uno de nosotros tenemos de una misma realidad.
Conceptos como sinergias, co-laboración, co-creación, etc., están en mi día a día, ya sea para tratar de fomentarlos, tangibilizarlos o, en algunas situaciones, sufrirlos.
En 2013 tuve el honor de cerrar un TEDx Badajoz donde integraba estos conceptos dentro de una copa de vino, de su historia, su proceso, su evolución y su cata.
Y el gran Amalio Rey ya vaticinaba hace más de 10 años que si estos conceptos no se cuidaban, se podrían convertir en conceptos manidos, insignificantes y en muchas ocaciones perversos.
Estos procesos requieren de una diferenciación tanto por las tipología de los procesos o modos de actuación como por la obtención y percepción de sus resultados.
Y en ambos momentos debe darse “bidireccionalidad”.
Bidireccionalidad
Un profundo deseo de aportar y recibir.
Un anhelo por creer que juntos somos más que por separado y un convencimiento que la “diversidad” del grupo, amplía el espectro y la “complementariedad” del mismo, lo aborda de una manera no abordable por separado.
Lo ideal sería que estos procesos de “bidireccionalidad” se dieran por convencimiento. Por la más absoluta seguridad que la mejor manera de vivir y de crecer es mediante la comunidad.
Pero también pueden darse y se dan, sin ese convencimiento innato, sino por el hecho de comprender que la mejor manera de alcanzar tus resultados y competir en este mundo es a través de la colaboración.
Esa posible propiedad emergente que permite que el gen altruista supere al gen egoista del que hablamos en la anterior entrada (#069 Una de huevos, egos y genes).
Una versión contraintuitiva que en muchas ocasiones da resultado extraordinarios y en otras, “extraños compañeros de cama”.
Ya sea por ese convencimiento innato o por interés competitivo, para que se den estos procesos de sinergias o colaborativos, se debe alcanzar un reparto subjetivamente equitativo de resultados.
Un reparto donde ambas partes compren el relato porque a cada una de ellas satisface. Sin egos, comparativas, ni porcentajes.
Sin embargo, hay momentos donde esa bidireccionalidad se pierde y, o en el proceso o en los resultados, el camino deja la bidirecionalidad para dirigirse siempre a un único destino.
En algún momento, hablar de colaboración se ha convertido en algo más importante que los llevar a cabo procesos colaborativos reales, tangibles y complejos, donde el reparto subjetivo de resultados se balanceaba enormemente hacia uno de los lados.
Donde el relato se comió al dato y como sabemos, es muy complicado luchar contra el relato. Además, y eso hay que decirlo, hay muy buenos relatores.
En ese momento se alcanza la “bidireccionalidad unívoca”.
Una bidireccionalidad donde se habla de colaborar, siempre que sea para bien propio. Se habla de generar sinergias, siempre que se sea yo el receptor de las mismas.
El gran problema de esa bidireccionalidad unívoca es que suele tener fin.
“El valiente es valiente, hasta que el cobarde deja de serlo”.
Colaborar requiere variabilidad a corto para alcanzar un crecimiento a largo.
Colaborar requiere abrir a la diversidad y sin perder la complementariedad.
Colaborar requiere dejarse llevar con la esperanza de que el futuro mejor, pero incierto.
Y para eso, lo mejor es rodearse de buenos compañeros de viaje. Al final, todo acaba en lo mismo:
“Juega a largo plazo con socios que también vayan a largo plazo”. Naval Ravikant
Muchas gracias como siempre por llegar hasta el final y si detectáis esa “bidireccionalidad unívoca“, cerrad el grifo.
Ahh, una pregunta tonta: ¿En quién habéis pensado? Sí, en ese.
Referencias
TEDx Badajoz Co-creation: enlace
#069 Una de huevos, egos y genes: enlace
El Almanaque de Naval Ravikant: enlace
Muchas gracias ♥️ por acompañarme en este camino de aprendizaje lateral.
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Me ha encantado!!!
Muchísimas gracias, solo espero que no hayas pensado en muchas personas al leerlo.