#035 Ecología, sistemas complejos y la teoría de la RANA (I)
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Nunca fui mucho de la asignatura de ecología en la facultad, en parte porque casi todos los profesores de la Universidad se centraban en el “qué” y en el “cómo”, pero nunca en el “para qué” del conocimiento y de las investigaciones.
Aún así, recuerdo una de las preguntas típicas del examen de ecología, “La teoría de la rana“.
El título real era “Aproximación multifactorial al ambiente físico“, pero este concepto se explicaba en el libro mediante una rana, que se encontraba en medio de un bosque con el resto de de factores del ecosistema, tanto físicos como biológicos alrededor.
Para aprobar esa pregunta había que dejar claro que conocías cómo las distintas partes de un ecosistemas (tanto físicas como biológicas) influían en el mantenimiento y desarrollo del mismo, y cómo la variación de un parámetro concreto del ecosistema puede alterar el resto de parámetros por muy alejado que estuviera, llegando incluso dar al traste con el ecosistema completo.
Este concepto se trató brevemente en la entrada “#012 Biodiversidad, entre la mariposa y la abeja Maya”. Dejo el enlace por si alguien quiere acercarse a verlo:
Hoy me gustaría tratar la ecología, no como ciencia que estudia la biología de los ecosistemas sino como un área capaz de comprender otros sistemas complejos como son los procesos sociales y conductuales, las estrategias de gestión social, política o empresarial, o incluso el ecosistema familiar.
Para ello me voy a apoyar en un “paper” que lo explica de una manera fascinante y del que pretendo extraer algunos de los resultados desde mi punto de vista más interesantes.
El artículo es “Principios ecológicos y gestión de sistemas complejos”, escrito por Ángel Pérez-Ruzafa, Concepción Marcos y María Pérez-Marcos, todos de la Universidad de Murcia. Dejo el enlace en el apartado de referencias.
La Ecología y los Sistemas Complejos
Puede definirse la ecología como la ciencia que:
“Estudia las relaciones complejas que se establecen entre multitud de elementos independientes pero interconectados, que constituyen un sistema que crece, evoluciona, se defiende de agresiones externas, se autorregula, se renueva y tiene vocación de existir indefinidamente“.
Si releemos la definición, veremos que se puede asociar a la sociedad, a una empresa, una organización sin ánimo de lucro, a nuestra familia o incluso, a una comunidad de vecinos.
Estos sistemas basados en relaciones complejas e interdependiente es lo que en física se consideran Sistemas Complejos Adaptativos y se rigen por las leyes de las física, con especial atención a las leyes de la termodinámica.
La primera de esas leyes de la termodinámica se puede describir como:
La energía ni se crea, ni se destruye, solo se transforma.
Esta ley se da principalmente para sistemas cerrados. Los ecosistemas, sociedades, empresas o la vida no son sistemas cerrados. Aún así sigue sirviendo esta ley, simplemente añadiendo los flujos entre el sistema (ecosistema, empresa o ciudad), con el exterior.
Llevando esta ley a una unidad simple, como los organismos heterótrofos (organismos que obtienen energía de la materia orgánica, es decir, nosotros mismos, o cualquier animal), se determina que la energía que obtienen a partir de materia orgánica, pueden dedicarla básicamente a:
Mantenimiento. Incluyendo lucha contra enfermedades, regulaciones internas o re-ajustes del sistema.
Crecimiento. Incluyendo reservas
Reproducción.
Si esta primera ley la llevamos a un ecosistema familiar se puede ver cómo:
Los ingresos del ecosistema familiar pueden dedicarse al mantenimiento general de la familia (comida, luz, agua, casa, medicinas, etc.), crecimiento (libros, ropa, etc.), incluyendo un fondo de reserva para contingencias y reproducción. En este punto se incluye la posibilidad de tener hijos que perpetúen la saga familiar, o como se da mucho hoy en día, en perros u otras mascotas.
Volviendo a la teoría de la mariposa de Edward Norton Lorenz que se describió en la entrada “#012 Biodiversidad, entre la mariposa y la abeja Maya”, cualquier alteración de algunos de los parámetros (incremento de hipoteca, disminución de ingresos, un nuevo hijo o una enfermedad), puede alterar el sistema complejo familiar.
Del mismo modo la primera ley de la termodinámica puede verse reflejado en una empresa, donde la modificación de las condiciones del mercado (guerra de Ukrania, Covid-19), la generación de nuevas empresas innovadoras (Amazon, blablacar, etc.), van a tener repercusión en las decisiones que se toman en materia de mantenimiento de las condiciones de los trabajadores o de la empresa en sí mismo, el desarrollo de los productos o servicios que ofrecen o los procesos de reproducción, tomados como procesos de crecimiento empresarial o desarrollo de nuevas líneas de negocio.
Ecología: Generalistas y Especialistas
Llevando esta primera ley de la termodinámica hacia ecosistemas más complejos, vemos que también influye en las estrategias de crecimiento y en el desarrollo de los mismos individuos que componen el ecosistema (teorías r/K).
Con unas condiciones de disponibilidad de recursos y competencia interespecífica, la selección hace que se tenga que elegir entre dos estrategias de crecimiento y desarrollo, las estrategias de la “r” y la “K”.
La estrategia “r” es característica de fases iniciales de un sistema y presenta ventajas competitivas en entornos inestables e impredecibles.
Esta estrategia “r“ consiste en dejar el mayor número de descendientes, pero con poca inversión en su cuidado y mantenimiento.
La inestabilidad del entorno hace arriesgada la especialización y la inversión en infraestructuras o estrategias que no se saben si van a ser viables a medio plazo en este entorno de incertidumbre.
El concepto que más importa es la cantidad y no la calidad.
La estrategia “K“ por su parte se caracteriza por ser más eficientes en entornos estables y predecibles, donde la inversión de parte de la energía del sistema complejo en especializarse y generar estructuras que mejoren la especialización pueden conllevar una ventaja competitiva.
Las empresas, organizaciones o las mismas regiones deben decidir, con los mismos criterios que las especies en los ecosistemas, la mejor manera de invertir en función de su fase de desarrollo y en función del entorno social y económico del momento.
Y los profesionales, en los entornos inciertos que vivimos, y vamos a seguir viviendo, vamos a tener que decidir si alcanzar una especialización o convertirse en neogeneralistas.
Y dado que los ecosistemas, como sistemas complejos adaptativos son sistemas dinámicos, presentan distintas fases (crecimiento, conservación, liberación o destrucción creativa y reorganización), donde las estrategias r/K (las empresas, la economía familiar, las regiones, etc.) deberá ir adaptándose y modulándose para adaptarse a las condiciones existentes en cada momento.
Aunque en mi vida puede decir que me considero un neogeneralista, dado que he tenido que trabajar en distintos campos, desde la planificación estratégica regional, elaboración de vino, formación en distintos campos y destinatarios, o el fomento del ecodiseño y la I+D+i a nivel europeo.
Aún así, tengo una disonancia cognitiva total en este campo, dado que para mí lo difícil es encontrar el límite entre quedarse en lo general y profundizar demasiado. Entre la parálisis por análisis y la mejora continua.
Aquí creo que tendré que hacerle caso a Pareto y sobre todo a una de mis abuelas que siempre decía: Carlos, lo bueno siempre está en el punto medio.
Además, también tengo pendiente otro libro: “Amplitud (Range): Por qué los generalistas triunfan en un mundo especializado”, de David Epstein.
Como ya vimos en #014 De vinos, amplitud y contrarianismo, David Epstein describe las diferencias entre las personas con forma de “I” y las personas con forma de “T“. Habrá que seguir indagando en estos nuevos generalistas.
Para ir cerrando por hoy
En esta primera entrada derivada del artículo de investigación “Principios ecológicos y gestión de sistemas complejos” hemos visto que la sociedad, las empresas, los países o la comunidad de vecinos son ecosistemas que presentan flujos de energía (energía, bienes, servicios, etc.), que pueden dirigirse hacia distintas funciones.
Estas funciones de los ecosistemas se derivan de la primera ley de la termodinámica, donde la energía que entra se utilizar para mantenimiento crecimiento y reproducción.
Estas funciones pueden variar dependiendo del entorno en el que nos encontramos. En algunos momentos de incertidumbre e inestabilidad, la estrategia de la cantidad puede aportar ventajas comparativas, si bien en momento de estabilidad, la estrategia de la calidad mediante la especialización permitirá sociedades y ecosistemas más favorables.
Los ecosistemas también se desarrollan y evolucionan mediante la segunda ley de la termodinámica, que predice que, desde que surgió el universo, todo tiende al desorden y al aumento de la entropía.
La influencia de esta segunda ley en los ecosistemas, las empresas o las sociedades será el tema de la segunda parte de “Ecología, sistema complejos y la teoría de la RANA“ y donde se tratará entre otras cosas:
La importancia de las fronteras y los desequilibrios para el desarrollo y crecimiento de los ecosistemas.
La importancia de la resistencia para el incremento de la complejidad y el desarrollo de propiedades emergentes.
La insostenibilidad del desarrollo sostenibles o
El principio de conservación de la energía y su influencia en la decisión de competir o colaborar.
Como siempre, muchas gracias por llegar hasta el final. Espero que os haya gustado y que os haya quedado con ganas de la segunda parte.
Ahhh, y una pregunta tonta: Cierra los ojos un momento y analiza. En tu trabajo o tu ecosistema familiar. ¿Estas en un entorno estable o en un entorno inestable e impredecible? ¿Qué estrategia (r/K) te vendría mejor desarrollar?
Referencias
Principios ecológicos y gestión de sistemas complejos: enlace
#012 Biodiversidad, entre la mariposa y la abeja Maya: enlace
#016 Una de disonancia por favor: enlace
#013 Pareto, las vacunas y los suertudos del TITANIC: enlace
#014 De vinos, amplitud y contrarianismo: enlace
Por qué los generalistas triunfan en un mundo especializado de David Epstein: enlace
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